CULTURA E IDENTIDAD. MEXICANOS EN LA ERA GLOBAL
Elaborado por Laura Mendoza Ortiz
Arizpe, L. (2011). Cultura e identidad.
Mexicanos en la Era Global. Revista Universidad de México, número 92 70-81.
Recuperado en:
http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/9211/arizpe/92arizpe.html
En el artículo se aborda el
tema de la identidad y la cultura de los mexicanos, la cual, es reconocida en
todo el mundo, tanto por su originalidad como por su diversidad. Es así como la
autora Lourdes Arizpe, a través de diversas expresiones de la cultura, nos
lleva por un recorrido que nos permite reconocer los cambios, pero sobre todo,
nos hace reflexionar en torno a la importancia de su conservación.
México, es un país que posee
una gran biodiversidad y una variedad de culturas. Esto último, está
relacionado con el hecho de que su ubicación geográfica ha contribuido a que se
haya recibido influencia de múltiples culturas de todos los puntos cardinales,
lo cual, ha convertido a México en un país megacultural.
Sin embargo, lo anterior no
se ha mantenido estático, sino que ha sufrido modificaciones generadas por los
avances tecnológicos y por la era global, los cuales, han creado nuevas formas
de representar la cultura y por ende, nuevas construcciones de la identidad;
ejemplo de ello, es el uso de las redes sociales, las cuales, han cambiado la
manera de comunicar e interactuar.
A pesar de los cambios que
ha provocado la tecnología, la cultura e identidad de los mexicanos se ha
mantenido por que ésta no se concretiza en un objeto particular, sino que su
base se encuentra en las relaciones, en los comportamientos que las personas
deciden asumir y transmitir, y que contribuyen a conservar la identidad
mexicana.
La identidad, es un tema que
ha sido retomado y que ha llevado a preguntas como, ¿Quiénes somos? Para
responderlo, la autora pone énfasis en un punto central: se debe reconocer que
los mexicanos somos productores de múltiples cosas valiosas, no sólo
materiales, sino también intelectuales y artísticas. Reconocer esto,
contribuirá a dejar de pensar que se necesita importar todo.
Valorar lo que se tiene, nos
llevaría también a enorgullecernos de la multiplicidad de variantes
lingüísticas, resultado del mestizaje de la cultura. Dicho mestizaje a su vez,
permitiría percatarnos de la gran hospitalidad que caracteriza a los mexicanos,
porque el país ha recibido con generosidad a todos, los ha recibido con los
brazos abiertos.
El
gran abrazo que dan los mexicanos no ha quedado sólo en eso, sino que se ha
llevado a cabo un proceso de incorporación de las culturas amigas, de las
culturas que han llegado a nuestro país. La materialización de ello, es visible
tanto en las esculturas, la danza, el canto y en general en el arte.
Y es
que, las creaciones del arte elaborado por los mexicanos, es reconocido y
valorado a nivel mundial. Por mencionar a algunos de los más reconocidos
artistas (en sus diferentes áreas), son Diego Rivera y sus extraordinarios
murales (cuyos aportes al muralismo han sido retomados por otros artistas) o
Carlos Fuentes y sus grandiosos escritos u otros más actuales, como la música
de Los Tigres del Norte.
La
riqueza cultural de México, expresada desde pirámides hasta el acervo que
resguarda el Museo Nacional de Antropología e Historia (fundado en 1963), se
caracterizan por su monumentalidad, la cual, es el reflejo de la originalidad y
creatividad que identifica a los mexicanos.
Otro
elemento importante es el de la transculturalidad, la cual, es resultado de la
migración de aquellos que se han visto en la necesidad de tener que dejar su
lugar de origen para trasladarse a otro. Los migrantes mexicanos, a pesar de
haberse ido, han conservado su cultura (tradiciones, costumbres, etc.), la han
llevado a su nuevo lugar de residencia porque, a pesar de ya no vivir en
México, nunca han dejado de ser mexicanos, nunca pierden su identidad.
En
general, se podría hablar de que los códigos identitarios de los mexicanos los
constituirían la tierra y su multiplicidad de paisajes, de climas; la historia,
expresada tanto en pirámides, como en monumentos; y la convivencia que remite a
festejos, a fiestas, a ferias, cuya intención es estar con el otro.
La
autora concluye que la cultura, constituye un elemento esencial para mantener
la unidad nacional, es por ello, que es necesario proteger el patrimonio
cultural, así como promover la producción de bienes culturales y fomentar la
reflexión en torno a la identidad en la era global.
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