ALFABETIZACIÓN DIGITAL. ¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?
Elaborado por Laura Mendoza Ortiz
Ferreiro,
E. (2011). Alfabetización digital. ¿De
qué estamos hablando? Revista Educação e Pesquisa, Vol.37, N°. 2. Brasil:
Universidad de São Paulo. Pp. 423-438. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/298/29819096014.pdf
En
este texto, Emilia Ferreiro aborda el tema de la alfabetización digital y la
necesidad de empezar a darle un uso donde la información, consultada en bases
de datos, se transforme en conocimiento. Haciendo énfasis en la aceptación de
la generación de los niños informatizados, la autora recorre un camino en el
que describe y analiza todo el cambio que la tecnología ha ocasionado y las
deudas que han quedado pendientes en algunos países de América Latina.
A
nivel de la educación básica, se tienen niños informatizados (lo que antes eran
los niños televisivo) cuya característica es que nacieron con la tecnología y
han crecido en una sociedad donde ésta se encuentra instalada.
Independientemente de si unos la han tenido al alcance su de casa o no, es
justo lo mencionado lo que los diferencia de las generaciones pasadas (quienes
vieron llegar de a poco a poco).
Dado
que su mundo es diferente, para los niños informatizados quienes no se imaginan
la vida sin tecnología, el verbo comunicar también ha adquirido una connotación
distinta. El significado que le otorgan se relaciona con llamar por teléfono,
chatear y en general, ya no remite a la escritura en papel.
No
sólo el significado de comunicar ha cambiado en esta generación, sino que
también ha impactado (la tecnología) en el esquema de interpretación que usan
para entender el mundo social, el cual, es construido a partir de los saberes
informáticos (así sean incipientes).
La
tecnología por tanto, ha provocado una revolución en las prácticas de escritura
y lectura. La escritura, se ha visto modificada por el uso del teclado, el
cual, pasó de ser un oficio a un saber del escritor, es decir, antes la
dactilografía constituía un aprendizaje específico, pero actualmente ya no lo es.
Sin
embargo, dicha revolución informática va más allá de la escritura en el
teclado, porque también ha impactado en los modos en los que se producen y
circulan los textos y en la materialidad de los objetos. Actualmente por
ejemplo, la producción de materiales se concentran en una misma persona, cuando
antes una persona era el autor, otro el escriba, otro el copista, etc.
Estos
cambios, señala la autora, se pueden entender también por la rápida
consolidación que ha tenido el internet, el cual, en sólo 4 años logró
imponerse sobre la televisión y la radio (medios que tardaron en posicionarse
13 y 38 años respectivamente).
Ante
todos estos cambios, el texto plantea cuestionarse acerca de cuáles son los
significados que se quieren transmitir cuando se habla de alfabetización informática,
digital o multi-media, atendiendo a los contextos en los que se entiende cada
uno de los términos.
Dado
que la búsqueda de información en bibliotecas físicas es obsoleto, porque en la
actualidad se buscan en bases de datos digitales donde se ingresan palabras
clave, es necesario no sólo aprender a buscar, sino también a pensar qué se
hace con lo obtenido, para así, lograr transformar la información en
conocimiento.
A
pesar de que la tecnología ha llegado a imponerse como agente de cambio, la
institución escolar se ha mostrado conservadora y reacia respecto a la
incorporación de las nuevas tecnologías, porque esto significaría una ruptura
con las prácticas anteriores.
Lo
anterior denota un panorama en el que los profesores se sienten desplazados y
hacen uso de la tecnología de manera accidentada y ante la deuda de México y
otros países de América Latina donde las salas de cómputo siguen siendo lugares
que se mantienen cerrados, alejados de los estudiantes.
Dado
que son demasiados los cabios simultáneos que se han generado con las
pantallas, teclados, y los cambios en la manera de leer, escribir y escuchar,
es que la autora plantea tres escenarios posibles. El primero es aquel donde
todos los niños asisten a la escuela con su notebook, en la cual, cargan toda
su información; los profesores se vuelven tutores y la educación cara a cara
desaparece.
En
el segundo escenario los niños tendrán espacios de TIC fuera de la escuela, con
lo que la escuela se convertirá en un espacio de saberes extraescolares. El
tercer escenario apela a que las TIC´s llegan a modificar de tal forma los
procesos de lecto-escritura que desencadena la desaparición de la linealidad
alfabética donde el conocimiento, ya no se transmitiría por el lenguaje escrito,
sino por las imágenes.
Independientemente
del escenario que ocurra, lo que es innegable es que la sociedad del
conocimiento llevaría a lo práctico, a lo aplicable de manera rápida. El
conocimiento además se construiría en una comunidad de aprendizaje, término que
aunque es ambiguo, denota que la escuela dejó de ser el lugar donde se
concentran los aprendizajes y ahora éstos se adquieren en espacios virtuales.
Lo
anterior nos llevaría a poner atención en la interconectividad y en la brecha
digital que existe, es por ello que, finalmente la autora señala que más que
hablar de alfabetización digital, primero se debe abordar la alfabetización a
secas, a través de la cual, se logren consolidar lectores críticos, lectores
que produzcan materiales en lenguaje escrito, lectores que comuniquen algo.
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